Catedral de la Merced

Catedral de la Merced

Dirección

Plaza de la Merced, s/n

21002 Huelva.

Hermandades pertenecientes a la parroquia

Sus orígenes parten de una capilla que formaba parte del convento mandado levantar por el señor de Huelva don Alonso Perez de Guzmán, VII duque de Medina-Sidonia para ser ocupado por los monjes  Mercedarios Descalzos. No existe un autor nominado a quien se le atribuya su construcción, siendo varios los nombres que se relacionan con su fábrica: Alonso de Valdevira, maestro mayor del Condado, fray Juan de Santamaría o el maestro mayor Martin Rodríguez de Castro. Su periodo de ejecución varía según las fuentes pero la estimación del periodo está alrededor de 1615. En 1755 como consecuencia del terremoto de Lisboa el edificio fue seriamente dañado, daños que aumentaron con el siguiente seísmo en 1765. Por ello, a partir de 1763 comenzó el levantamiento de un nuevo templo bajo el proyecto de Pedro de Silva al más puro estilo barroco, siendo el maestro encargado de obra Ambrosio de Figueroa, y a partir de su muerte las continua Francisco Díaz Pinto. Las reformas comenzadas en la Iglesia-convento no se concluirían hasta bien entrado el siglo XX, debido a circunstancias fundamentalmente políticas de las España de ese tiempo: invasión napoleónica (1811), supresión de los señoríos (1811), desamortización de Mendizábal (1835), supresión de órdenes religiosas (1835), uso de la Iglesia como acuartelamiento militar (1844), hasta el uso actual como sedes de la Universidad de Huelva y actual Catedral. La última acción arquitectónica llevada a cabo fue en 1915 cuando se levantaron las actuales espadañas en la fachada principal de clara inspiración colonial La historia de la Iglesia como Catedral comienza en 1953 cuando segregada de archidiócesis de Sevilla se crea la diócesis onubense y se elige como nueva Catedral a la Iglesia de la Merced.

Catedral de la Merced

Altar Mayor

Inmueble

Evolución constructiva del templo

La Iglesia Catedral de Ntra. Señora de la Merced está inserta en un complejo que en su forma original conformaba el Convento de los Mercedarios descalzos, el cual se funda en la Villa de Huelva en 1605. Es uno de los primeros conventos fundados por la orden mercedaria descalza, por Fray Pedro de San Clemente que con anterioridad había fundado el convento de Rota y después del de Huelva los cenobios de Cartaya y Ayamonte, siendo el quinto fundado por la reforma mercedaria en Andalucía, el 25 de mayo de 1605.

El lugar donde se funda es al final de la Vega Larga, a la salida de Gibraleón, aprovechando la Ermita de San Roque, que estaba en construcción desde 1582 por parte del cabildo Municipal de Huelva. En este mismo edificio se habían querido asentar otras órdenes religiosas, debido al auge económico que la Villa había tenido con el descubrimiento de América y su comercio, sobre todo marítimo con otras localidades de la costa, siendo su punto neurálgico la Placeta y el puerto nuevo cercano donde se encontraba toda la actividad comercial. Así, Padres Carmelitas Calzados intenta fundar en Huelva, en esta ermita de San Roque, así como Padres Dominicos, muy cercanos a Huelva por sus conventos en Gibraleón, con el beneplácito del Arzobispado de Sevilla y el propio Duque, pero el cabildo Municipal onubense se negaba a ellas, mandando misivas tanto a uno como a otro de la no procedencia a la fundación en ese lugar que era propiedad del Cabildo. Hubo otro intento de fundación en 1602 de una comunidad de frailes descalzos agustinos en 1602, que siguió la misma suerte que las anteriores.

No obstante, el cabildo municipal se pliega ante los deseos del Conde de Niebla D. Manuel Alonso Pérez de Guzmán, residente en Huelva hasta su ascenso a Duque de Medina Sidonia en 1615, de propiciar una fundación mercedaria en dicha ermita, terminándola de construir e integrándola en un edificio mayor envergadura, añadiéndole celdas y otras dependencias para crear definitivamente el convento en 1615.
Por lo que sabemos, dentro de la notable investigación realizada por D. Diego Díaz Hierro sobre el cenobio, hasta el terremoto de Lisboa permaneció prácticamente igual arquitectónicamente, solamente con algunas intervenciones a principios del S. XVIII, en 1714, por estar en estado ruinoso. A partir del terremoto de 1755 se producen las grandes reformas del complejo religioso debido al impacto destructivo del mismo y sus repeticiones a lo largo de la segunda mitad de siglo, como el seísmo que se produjo en 1765. A finales de la centuria se produce la transformación total del templo, a cargo de Pedro de Silva, Maestro Mayor de obras del Arzobispado de Sevilla, siendo proyectadas por Ambrosio de Figueroa y siguiendo la tarea constructiva de Silva Francisco Díaz Pinto, que nos muestra su configuración arquitectónica actual.
Tras la desamortización de 1835 el edificio conventual pasó a distintos usos, en 1842 fue cuartel del ejército y en 1863 fue adquirido por la Diputación Provincial de Huelva, incluyéndose la iglesia y patrimonio mueble, pasando a ser sede de la institución supramunicipal y de acoger la Escuela Normal, con el tiempo se incluyó un Instituto de 2ª enseñanza y el Hospital Provincial de Huelva. La Iglesia pasó a ser ayuda de la Parroquia de San Pedro, ya que estaba bajo su jurisdicción.

Catedral de la Merced

Coro

A lo largo del siglo XX tiene distintas modificaciones. En 1942 se construye la parte trasera del espacio conventual, en 1957 la tercera planta del inmueble. En 1968 es clausurada al culto a causa de los distintos daños producidos por un terremoto, estando en esta situación hasta 1971, en que inician los trabajos de restauración del templo, finalizándose en 1977. En 1991 se adapta a sede de la Universidad de Huelva, de nueva creación, acogiendo el Rectorado de la misma, así como distintas titulaciones universitarias.
El templo en sí consta de tres naves, siendo la central de mucho más altura que las laterales, es de planta de cruz latina componiéndose en cinco tramos. La central posee bóveda de cañón siendo las laterales aristadas, teniendo pilastras jónicas en los pilares. Sobre las naves laterales, se disponen balcones, por donde la comunidad conventual seguiría el oficio Divino, estando en el ábside uno exclusivo para los Duques de Medina Sidonia y Condes de Niebla, patronos del convento. En el crucero se dispone una gran cúpula con tambor sobre pechinas, en donde se disponen pinturas de santos mercedarios que se corresponden a San Pedro Nolasco, San Ramón no nato, Santa María de Cervellón y la Beata Mariana de Jesús. El ábside es amplio, bajo él se dispone la cripta funeraria de los Condes de Niebla, donde se encuentran sepultados algunos de los hijos del Duque D. Manuel Alonso Pérez de Guzmán, patrocinador del convento mercedario.
Con respecto al exterior, la portada se compartimenta en tres cuerpos, con típica decoración de finales del s. XVIII en forma de bandas. En la parte inferior se encuentran dos lunetos y sobre estos sendos escudos de la Orden de la Merced Descalza. En 1977 se construyen las espadañas. En la parte central se encuentran cinco hornacinas que cobijan a las imágenes de Ntra. Sra. de la Merced, San Leandro, San Walabonso, Santa María y el Beato Vicente de San José. Esta se eleva sobre un porche a modo de pódium, evitando así las posibles inundaciones de las cercanas marismas del rio Odiel.

Bienes muebles

El templo desde sus inicios al tener el patronazgo de los Duques de Medina Sidonia ha tenido entre sus muros y aún conserva verdaderas joyas artísticas de su antiguo esplendor. El Duque Juan Alonso de Guzmán, patrocinador de del convento mercedario, posee en su corte de Sanlúcar de Barrameda a los más prestigiosos artistas del momento, como son Juan Martínez Montañés, Juan de Roelas y Francisco Herrera el Viejo que de hecho se manifiesta en los bienes muebles que actualmente se integran en la estructura arquitectónica del templo conventual.

A lo largo de su dilatada historia fue enriqueciéndose a pesar de las catástrofes naturales y de las desamortizaciones que sufrió a lo largo de los ss XVIII, XIX y las adaptaciones que sufrió en el XX. La estética general de los bienes muebles corresponde a la segunda mitad del XVIII en el que se presenta una renovación total de los mismos coincidiendo con la reconstrucción arquitectónica del templo. No obstante, se perdieron algunas de sus obras, en algún caso de gran valor devocional, como es el caso de la Virgen de la Merced de la esclavitud, cuyo retablo es el que ocupa en la actualidad el Cristo de las Cadenas o la traslación de retablos dentro de su espacio interno en otras ubicaciones o la desaparición del altar de la Beata Mariana.

Altar Mayor

Altar Mayor

Altares

Altar Mayor

El altar mayor de la Catedral de la Merced es una obra de remodelación que sufrió la iglesia en 1977, producido por el terremoto que acaeció en 1969, dejando el inmueble totalmente ruinoso. Anteriormente se encontraba un retablo de corte neoclásico, construido en 1910 por el arquitecto municipal Trinidad Gallego, con el beneplácito del arzobispado de Sevilla. Este sustituyó a otro anterior, que debió ser el original del templo y que pudo acoger pinturas de Roelas y Herrera el Viejo, pues estuvieron trabajando en Sanlúcar de Barrameda en la Iglesia Mayor y en el Convento de la Merced descalza cuyo retablo se encuentra en la Cartuja de Jerez de la Frontera y los lienzos que lo componían son obra de Roelas, los cuales están en Sanlúcar de Barrameda en la colección de la Duquesa de Medina Sidonia.
En 1863, aparte de acoger la imagen de la Virgen de la Merced en su hornacina central, se encontraban las imágenes de San Pedro Nolasco, San Roque, Santa María de Cervellón y San Serapio. La imagen de Santa María de Cervellón, fundadora de la orden segunda o de monjas de la Merced, hoy en día está desaparecida y la de San Serapio estuvo ubicada en la Diputación de Huelva, pasando a la parroquia de San Pedro y pasando por último de nuevo a la Diputación de Huelva.

El retablo neoclásico, mantenía a la Virgen de la Merced presidiéndolo aunque los santos que la acompañaban estaban relacionados con las Hijas de la Caridad, pasando las otras imágenes a otros lugares del templo. Con la reforma de 1977, se decidió retirarlo, dejando un espacio diáfano para colocar el coro de canónigos, presidido por la sede episcopal. Sobre esta se disponen dos grandes columnas corintias procedentes del antiguo retablo neoclásico, doradas con dos grandes tarjetones sobre sus capiteles con las inscripciones de Jesús y María procedentes del retablo de Trinidad Gallego. Preside La imagen de la Virgen de la Cinta, obra de Juan Martínez Montañés de 1616, procedente de Sanlúcar de Barrameda y que en principio iba destinada al convento mercedario de esta localidad, pasando posteriormente al convento onubense.

Recorrido

Capilla del Santísimo

Se encuentra en la nave del evangelio. En ella se encuentra la custodia procesional de la festividad del Corpus Christi, obra de Fernando Marmolejo de 1952. Posee un frontal de plata realizado en 1997, del mismo autor. Preside la capilla un Niño Jesús de estética montañesina.

Recorrido

Altar de Ntra. Sra. De los Dolores

Este retablo es gemelo al que se encuentra frente a él del Cristo de las Cadenas. Parece ser que fue construido antes de 1772, coincidiendo con la fundación de la Venerable Orden Servita. Es un retablo vitrina que consta de dos cuerpos y tres calles con banco y ático, construido en estilo rocalla. Está dorado y policromado. Servía de Sagrario de la iglesia conventual. En la parte central se encuentra la Virgen de los Dolores, obra anónima del s. XVIII, atribuida por José González Isidoro a Francisco María Maggio. Carrasco Terriza la adjudica a la Escuela Sevillana del XVIII.

A los lados se encuentran las imágenes de San Lorenzo y Santa Catalina. Sobre la Virgen se encuentra un relieve de San Felipe Benicio, uno de los 7 santos fundadores de la orden servita y a los lados medallones con escenas de la vida de Cristo. A los extremos se ubican dos ángeles pasionarios. En el ático se encuentra una imagen de Cristo Crucificado. A los extremos del banco se encuentran dos puertas, por la que se accede al camarín de la Virgen de los Dolores.

Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje

Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje

Recorrido

Altar del Cristo de Jerusalén y Buen Viaje

Retablo de estípites de la primera mitad del s. XVIII adoselado. El Cristo de Jerusalén y Buen Viaje tiene referencias de su culto en la iglesia mercedaria desde 1647. La imagen es un crucificado de tres clavos de claras reminiscencias gaditano genovesa. El profesor González Isidoro lo adjudica a la producción de los seguidores de Antón María Maragliano apuntando a Jacome Vaccaro. Otros lo adjudican, como es el caso de Sandoval y Espinosa de los Monteros a la producción de Francisco María Maggio (1739-1780). Sin embargo, los investigadores del IAPH creen que puede presentar rasgos comunes con la imaginería gaditano-portuguesa del siglo XVIII.

Nuestra Señora de la Merced

Ntra. Sra. de la Merced

Recorrido

Altar de Ntra. Sra. de la Merced

Este retablo cobijó a la Virgen de la Cinta que preside el templo en la actualidad. Ya que tras la restauración de 1977, paso de presidir el templo mercedario a esta ubicación. El retablo es de madera dorada y policromada, siendo una hornacina con arco de medio punto con dosel. Posee pinturas con símbolos marianos, ángeles y ornamentación vegetal. La imagen de la Virgen de la Merced es de autor anónimo, de candelero para vestir, de la primera mitad del s. XVII.

Recorrido

Altar San Antonio Abad y San Cayetano

Este altar se encuentra a los pies de la iglesia en la nave del evangelio. La constancia de un altar dedicado a San Antonio Abad en la Merced coincide casi con la fundación del convento. Es patrocinado por Alonso Rodríguez Cansino, perteneciente a la élite local de la Villa, que realiza un altar, capilla y bóveda de enterramiento en 1618, siendo dorado por Alonso Bejarano. Con el paso de los siglos, pasó a tener una ubicación y retablo distinto.

Ahora se inserta en un retablo neoclásico con tres calles, presidido por la imagen de San Antonio Abad del s. XVIII, de autor anónimo. Sobre este se encuentra una talla de San Cayetano en madera policromada fechable en el s. XIX. En la mesa de altar de dicho retablo se encuentra una imagen de San Pedro Nolasco que estuvo durante muchos años en el altar mayor de la Merced. Es fechable en 1615, siendo de las primeras imágenes, que conjuntamente con la Virgen de la Merced y San Roque sean de la época de la fundación del convento.

San Roque

San Roque

Recorrido

Altar de San Roque

Este se encuentra a los pies de la nave de la epístola. Es de madera tallada y policromada de estilo neoclásico, posiblemente de principios del s. XIX con fileteados marmóreos y decoración vegetal. Lo preside la imagen de San Roque, magnífica talla manierista de finales del s. XVI, posiblemente de 1582, titular de la primitiva ermita y que presidió el retablo Mayor acompañando a la Virgen de la Merced. Es copatrón de la Ciudad de Huelva. Sabemos que fue restaurado en 1722 a cargo del Cabildo Municipal de la Villa. A los lados de San Roque se encuentran dos imágenes, una de San Juan Nepomuceno del s. XVIII y otra de San Juan de Dios, obra contemporánea de Antonio León Ortega de 1959.

Recorrido

Altar de San José

Dedicado al Santo Patrón de los mercedarios descalzos y tomado de la Orden Carmelita descalza de la cual los mercedarios descalzos tienen como su ejemplo para la reforma de la Orden de la Merced. Este retablo es barroco dorado y policromado. Es de estilo Rocalla. En su hornacina central cobija un notable conjunto escultórico de San José con el Niño Jesús, estofado y policromado, fechable en la segunda mitad del s. XVIII. Sobre este se encuentra un frontón circular partido en el que se ubica una pintura de San Rafael. Antes de la restauración de 1977 este retablo se encontraba en la cabecera de la nave de la epístola, siendo trasladado de lugar para realizar la puerta de acceso a la sacristía.

Recorrido

Altar del Corazón de Jesús

Este retablo es barroco fechable en el s. XVIII. Es de madera tallada dorada y policromada. Posee decoración vegetal con ángeles policromados. Lo preside una imagen del Corazón de Jesús de principios del s. XX, influencia del culto al mismo por San Manuel González. Sobre este se encuentra un relieve de San Ramón No Nato con sus atributos iconográficos una palma y un ostensorio. No sabemos a qué santo estaba dedicado este retablo, pues la imagen del Corazón de Jesús es del s. XX y no de la época en que se realizó. Existen fotografías antiguas en el que se ve presidiéndolo el Cristo de las Cadenas.

Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús

Recorrido

Altar del Cristo de las Cadenas

Este retablo es gemelo al de la Virgen de los Dolores y se encuentra en el crucero en la nave de la epístola. Este fue realizado sobre 1767. Correspondía a la antigua esclavitud de Ntra. Sra. de la Merced, cuya imagen hoy en día está en paradero desconocido. Hoy en día se encuentra insertado en el Cristo de las Cadenas, una interesante obra del s. XVIII, adjudicada al taller de los Vaccaro y a su entorno artístico, que se desarrolla en la segunda mitad del s. XVIII.

Este retablo no es su ubicación original, pudiendo ser la capilla donde actualmente se encuentra la capilla del Sagrario. La advocación se encuentra en distinta documentación histórica desde 1657. El retablo consta de dos cuerpos con tres calles separadas por columnas y pilastras, con hornacina central en forma de arco trilobulado, donde se encuentra el Cristo de las Cadenas, a los lados se encuentran las imágenes de San Blas y San Nicolás. Es rematado en el ático por una imagen de San José. Sus extremos se encuentran dos ángeles. Todo está decorado en estilo rocalla.

Recorrido

Otras obras

Entre ellas se encuentra el antiguo paso procesional de Ntra. Sra. de la Merced, el cual es utilizado como órgano en la actualidad, de madera dorada y estofada del s. XVIII. Se encuentra ubicado en el coro de la Catedral.

El Púlpito se encuentra en la nave central, es de madera en su color. Posee decoración vegetal, los anagramas de Jesús y María, así como el escudo de la Merced. En la parte central se encuentra en distintos paños pinturas que representan a santos mercedarios, al Beato Jacobo de Soto, al Beato Sancho de Aragón y al Beato Juan de Santa María. La baranda de la escalera está decorada con flores y filetes dorados. Resaltan elementos decorativos como veneras y óvalos. La obra de Carpintería puede ser de 1625, mientras que la pictórica se puede incluir a principios del s. XIX.