La gastronomía cofrade

La gastronomía en Huelva es rica y variada, debido a la alta calidad de los productos existentes. Destaca el Mercado de Abastos del Carmen y los comercios especializados alimenticios de su entorno, dedicados a conservas de pescado de Isla Cristina y Ayamonte o productos cárnicos del cerdo ibérico de la Sierra de Huelva, ubicados en el Centro de la ciudad. En el mercado nos encontramos pescados de la costa y mariscos de inmejorable calidad, siendo su estrella la gamba blanca y los chocos, cefalópodo de donde toma el nombre los habitantes de Huelva.

También las carnes están representadas, sobre todo el producto ibérico, siendo la estrella el cerdo y sus elaborados como jamones y cañas de lomo, que dan a la provincia fama nacional e internacional. Todo ello se complementa con los productos hortofrutícolas, con especial mención a la fresa de Huelva, Reina de los postres y del paladar más exquisito.

Con todos estos ingredientes, la gastronomía onubense recrea una serie de platos que en la Cuaresma suelen ser las protagonistas tanto del restaurante más prestigioso como en el bar más castizo y popular de Huelva. Son a base de pescados y verduras, pues tradicionalmente la carne no era consumida por las normas de abstinencia católicas que comenzaban en la cuaresma hasta después de la celebración de la Semana Santa.

Platos consistentes son los Garbanzos de Escacena con Bacalao o su variante con langostinos, las habas con chocos, guisos de Bacalao con arroz en amarillo o con patatas o los famosos Tollos con Tomate que son genuinamente onubenses. Todo ello regado con un buen vino del Condado de Huelva, con denominación de origen.

En referencia a los dulces cuaresmales, los reyes de la mesa son las torrijas, de miel y vino y los hornazos, elaborados con almendras y cabello de ángel, También distintos roscos, leche frita y las fresas, tanto solas como elaboradas con distintas recetas culinarias que le realzan el sabor que posee la tierra onubense.

Por lo que respecta a establecimientos hosteleros, a lo largo del casco histórico se encuentran tanto a los que se dedican a cocina muy elaborada y vanguardista, como los que se dedican a la cocina más tradicional. A lo largo de la Gran Vía y calles adyacentes los encontramos estos templos gastronómicos, que permiten al visitante visualizar la diversidad culinaria.